Cuando nos equivocamos por creer tener la razón
Uno de los habituales generadores
de discordias y conflictos de la
vida cotidiana provienen de quienes sienten tener la razón en todo. Pero la sensación de tener razón puede
conducir a severos errores cuando el sujeto carece de la capacidad para
advertir los cambios y variaciones de sus allegados y no es cauto para tolerar y
reconocer tales cambios. Por eso, la sensación de tener la razón es paradojal y
nunca debe apresurar a quien la posee.