La difícil aventura cotidiana para decidir

El arte de mentirse a sí mismo 


A diferencia del hombre libre, con capacidad de decisión para actuar y pensar con autonomía, el esclavo transcurre su tiempo en una vida programada y decidida por otro. Aquí, “el otro” aparece a la mente del esclavo bajo una imagen de seguridad y rigidez que le permite vivir la sensación de estar en un apacible resguardo sin sobresaltos ni sorpresas. Esto significa que su vida se consume en la aridez y en la monotonía de hacer siempre lo que otro decide, sin siquiera cuestionar, opinar o cambiar sus rutinas, dado que prevalece un oculto temor a equivocarse. 

Los caminos hostiles

La oportunidad inteligente de acercarse a una nueva realidad 


A diferencia de los caminos y senderos plenos de comodidad, confort y bienestar para quienes los transitan, los caminos escarpados son abruptos y molestos, aun cuando en ciertos casos podrían ofrecer algunas ventajas. Lo cierto es que el sendero escarpado reclama ser transitado de manera consciente y cuidadosa, a la inversa de aquellos caminos en que la comodidad permite a quienes los transitan algunas despreocupaciones y hasta descuidos sin consecuencias graves.